sábado, 4 de mayo de 2013

Takeshi no Sengoku Fuunji


En los años ochenta, los videojuegos eran muy famosos en Japón. Todavía siguen siéndolo, pero entonces con NES era una auténtica pasada. Por esa razón, muchos famosos hacían sus propios juegos. Algunos eran realmente buenos, como Mother de Shigesato Itoi, un famoso presentador y doblador japonés. Y sí, lo habéis adivinado: Takeshi Kitano también hizo uno y es el que voy a analizar.

Podríamos considerar este juego como un antecedente de Mario Party. Es un juego de tablero donde hay unos cuantos minijuegos, concretamente nueve. Como sería un poco difícil ir explicando cada uno en un mismo parágrafo (además de agobiante), voy a hacer los típicos numeritos de Microsoft Word, dando una nota a cada minijuego y después haré la media, presente en el apartado de diversión más abajo:

  1. Golf (7/10): aunque se haga un poco raro jugar al golf con un samurái, es bastante adictivo. Un minijuego  simple, pero gracioso.
  2. Las zamburguesas (6/10): todos conocéis las zamburguesas: superar un río pisando unas cuantas piedras. Está bien, pero solo hay un intento cada vez que entras en el minijuego, lo cual es un poco frustrante.
  3. Las puertas del pánico (8/10): sin duda alguna, el mejor de todos. A parte de la típica prueba que sale en humor amarillo, también se incluyen unos cuervos que pueden atacar. Es un claro guiño al programa.
  4. Kendo (6/10): como dice el título, es un simple combate de espadas donde tienes que intentar golpear la cabeza del oponente. Bastante simple.
  5. Piedra, papel y tijera (5/10): aparecen dos samuráis, dispuestos a la batalla y… se ponen jugar al típico piedra, papel y tijera. Ese no es el problema, lo malo es que tienes que esperar durante más de quince segundos por una simple batallita. Es el peor de todos.
  6. “Marcianitos” (7/10): lo pongo entre comillas porque realmente eres un samurái que lanza flechas a sus enemigos, pero la jugabilidad es la misma.

Esos son todos los minijuegos que hay. Sí, ya sé que arriba pone que son nueve, pero son variaciones de éstos. Ahora vamos a por los demás apartados.

Los gráficos son muy simples. En ese mismo año se estrenaron juegos como Contra o Bubble Bobble y no hace falta decir que son mucho más superiores éstos dos últimos. No esperaba que tuviese la misma calidad, pero se podrían haber esforzado un poquito más.

El sonido es más simple que los gráficos y todo. Son canciones mediocres que no se te quedarán clavadas en la memoria. Algunas llegan a molestar, así que no es el punto fuerte del juego.

La duración es bastante sorprendente para esa época. Aunque la cantidad de minijuegos no es ni comparable con Mario Party, la gran mayoría son muy adictivos. Además está el modo fiesta, en el cual también podrás jugar con tus amigos. Yo creo que no está nada mal.

Diversión: 6,5/10
Gráficos: 6/10
Sonido: 5,5/10
Duración: 8/10
Total:
6,5/10

Gran sorpresa con este juego. Completamente recomendable a los fans de Takeshi y Humor Amarillo. Si no os gustan éstas dos últimas cosas, hay muchos otros mejores juegos para NES, así que mejor que lo evitéis.

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